|
|
|
|
|
|
|||||||||
|
|
|||||||||||||
|
|
|
|
|
|
|||||||||
MUSICA TOTAL El piano, en la música popular, ha tenido una larga tradición en la que algunos de sus ejecutantes han logrado trascender en la memoria colectiva del gran público. Soberbios intérpretes como Roger Williams y Carmen Cavallaro junto a otros menos conocidos, pero de una calidad a toda prueba, como el gran Joe Bushkin; técnicos de fino estilo como Eddy Duchín; excéntricos como Liberace; sencillamente locos como Tony Monserrat (gran pianista a pesar de su presentación escénica); inspirados como Pedrito López y hasta algunos sencillamente insulsos como Richard Claydeman, todos ellos han contribuido a mantener el gusto por el majestuoso instrumento más vivo que nunca. Ahora, con una carrera artística de nada menos que 16 discos grabados; con reconocimientos y éxitos internacionales en los teatros más importantes del mundo y como solista invitado de numerosas orquestas llega un pianista caraqueño que -decidido a apostar al éxito seguro- ha encarado un repertorio consistente de 14 de las mejores piezas del repertorio latinoamericano. Y no es solamente la acertada selección de repertorio lo que destaca de este CD. ¡No! Leopoldo Betancourt -nombre del artista que nos ocupa- no ha encarado la interpretación de este repertorio como un género menor. Al contrario, en la interpretación de cada uno de los temas escogidos resalta respeto, entrega y pasión, al igual que lo ha hecho en sus lecturas a obras de músicos -quizá- más trascendentales como Mendelssohn y Grieg. Tangos, canción, son, zamba, valses, danzón y sobre todo boleros integran un repertorio brillante que ya de por sí invita a la escucha de este disco. Una versión sublime a “Capullito de Alelí” no desmerece ante ninguna otra versión instrumental ya grabada, al igual que pasa con otros clásicos como “Vereda Tropical”, “El Reloj”, “Perdón”, “Sombras”, “Frenesí” y “Noche de Ronda”. “Mañana de
Carnaval” con un curioso efecto de cavaquinho;
el inmenso lamento de “Alfonsina y el Mar”; el sentimiento corta venas de “Que Nadie Sepa mi Sufrir” (anticipo de su próximo trabajo discográfico); la nostalgia encerrada en sus interpretaciones a los tangos “Uno”, “Volver” y “Por una Cabeza” y la firme alegría reflejada en su interpretación del Rey de los Danzones -“Almendra”- harán de este disco una pieza de adquisición obligatoria por los amantes de la música instrumental de altos quilates.
Noticiero Digital |
|
|
|
|||||||||||
|
||||||||||||||